Proyecto: Barcarola – Canto de Hospitalidad
La historia de Barcarola comienza hace 15 años, cuando el velero La Maya participó en la Bienal de Arte de Venecia como pabellón independiente y local. Rescatado del abandono gracias al compromiso de la ciudadanía, se transformó en un espacio comunitario e itinerante de arte, con la misión de colaborar con otras comunidades y dar visibilidad a su esencia sociocultural.
Barcarola es un canto de despedida y gratitud a Venecia por la hospitalidad recibida, pero también un canto de bienvenida a las ideas, esperanzas y formas de hospitalidad futura que la ciudad desea. Es una obra creada junto a los propios habitantes, que con sus testimonios ponen en valor una identidad basada en la colaboración y la hospitalidad, en contraste con la turistificación creciente de los últimos 15 años.
El proyecto se desarrolla en tres momentos:
Performance en agua – Bienal de Venecia, mayo 2026
Durante la inauguración, La Maya se convierte en escenario flotante: en sus velas se proyectarán testimonios de ciudadanos venecianos sobre tradiciones, valores y futuro de la ciudad. Paralelamente, un coro formado por vecinos y músicos interpretará en vivo un canto colectivo inspirado en la Barcarola tradicional de los barqueros, tejido con esas palabras como plegaria laica para Venecia.
Gira de La Maya – 2026/2027
Tras la Bienal, el velero emprenderá un viaje por Italia, Suiza, Francia y España a lo largo del Camino de Santiago, como laboratorio itinerante de hospitalidad. Allí se recogerán prácticas, memorias y gestos de acogida que formarán parte de un documental artístico vinculado al proyecto Por Amor al Camino.
Performance en tierra – Arte Laguna Prize, Venecia 2026
Entre noviembre y diciembre, en el Arsenale, se presentará una performance de 10 minutos que condensará la experiencia: fragmentos audiovisuales, proyecciones sobre las velas y un coro en vivo.
La obra se estructura en tres actos – el canto de las voces, las velas que cuentan, el adiós y la invitación – como ritual concentrado de gratitud y continuidad, cerrando el círculo entre agua, viaje y memoria comunitaria.
Visión
Barcarola es a la vez despedida y bienvenida: un agradecimiento a Venecia por su hospitalidad, un llamado a acoger nuevas formas de comunidad y una reflexión sobre la fragilidad de la ciudad, que debe ser cuidada con delicadeza.