Las manos son una extensión del corazón más allá de ser unas extremidades que se desprenden del tórax, de alguna forma son como los ojos, nos ayudan a ver y comprender el mundo a través del tacto, las manos son sensitivas e intuitivas, nos acercan y nos ayudan a poner límites, pero, para mí lo más importante es que nos unen, nos conectan desde el corazón. Las manos expresan, hablan, transmiten, a veces más que la boca y la palabra. Entrar en contacto con otra persona por medio de las manos es como descifrar su personalidad, es como intuir sus intenciones, ayuda a reconocer las energías que predominan en él.