Nacida en Ourense el 29 de junio de 1982, la vida de Nan Ara estuvo ligada al arte desde un principio. De familia acomodada (madre doctora y padre profesor de instituto), los recuerdos de su infancia están bañados de música (de la mano de su hermano, pianista) y danza (que practicó mientras pudo). Ambas artes se acallaron abruptamente cuando un tumor cerebral y el posterior suicidio de su hermano tambalearían sus cimientos. Estos hechos, si bien la marcaron, también la conectarían con la parte más espiritual de la vida, donde ella encontraría consuelo y, a la larga, respuestas.
Si bien el arte le gustaba, la educación fue su elección. Diplomada como Maestra de Educación Primaria en su ciudad natal, en 2003 se trasladaría a Santiago de Compostela, donde se licenció en Psicopedagogía. Tras varios meses estudiando oposiciones en Ourense, en 2008 se traslada a Zamora, ciudad que la cautivó y donde, en 2011 aprobaría oposiciones como Maestra de Pedagogía Terapéutica.
A esta labor de maestra dedicó los siguientes ocho años de su vida, ejerciendo en diversos centros de Soria y Zamora.
A nivel artístico, si bien siempre cultivó su parte creativa, no sería hasta sus 33 años de edad cuando comenzaría su recorrido como pintora.
Cuál fue la clave? Una enfermedad neurológica de largo nombre y con apellido “autoinmine”, que le dejó sin fuerzas y amenazaba con dejarla postrada a corto-medio plazo.
Con el fin de parar su mente, comenzó a meditar y a pintar. Le sentaba bien. Alejaba sus fantasmas y algo más… con el tiempo observó que cómo sis creaciones le hablaban de su vida, le ayudaban a verse… descubriendo así la canalización a través del arte.
Desde ese momento, en 2015, Nan Ara se embarca en un proceso de autodescubrimiento que le llevaría a superar su enfermedad y, cuatro años después, a dar todo un giro a su vida, cambiando las aulas por su sala-taller de terapias.
Años de entrega a la formación holística, y al arte canalizado, derivaron en la creación, en 2020, de la técnica artístico-terapéutica de Arte Akáshico®️
A día de hoy, Nan Ara trabaja como orientadora holística en Villaralbo, a escasos kilómetros de Zamora, acompañando a personas a encontrar su propósito de vida, mediante terapias canalizadas donde el arte sigue siendo su herramienta clave.