El trÃptico de carteras suspendidas en el aire y montadas sobre cristal interpreta la obra del Bosco “El jardÃn de las Delicias†en tres carteras con diferentes soportes impresos:
El paraÃso y el infierno, del mismo tamaño, son mundos desconocidos. Ignoramos su existencia, sólo nuestra fe nos permite acercarnos a ellos.
En el primero, la tapa de la cartera es de metacrilato (material claro y liviano) con la imagen de Dios con Adán y Eva. Del otro lado, la tapa es de hierro tratado con oxidrón y muestra una imagen del infierno. En las dos, la tela es arpillera (una verde, como un jardÃn, y la otra granate oscuro que evoca las llamas del infierno).
En el centro se encuentra la vida, de mayor tamaño, porque es lo único que conocemos a ciencia cierta. La tela de “La vida†es una cretona con imágenes fantasiosas, tanto de lujuria como de amor. Todo efÃmero, frágil.
En su tapa, de espejo, nos podemos ver reflejados: frágiles y reconocibles, todos nos podemos reflejar en las debilidades de otros.