Un fenómeno natural
que asemeja a la colisión de placas tectónicas en los océanos
abisales.
A partir de esta
idea me he recreado en la creación de esta pintura. El soporte es
madera fragmentada en trozos que los he vuelto a recomponer dejando
grietas y agujeros.
He utilizado
pigmentos, aglutinantes, serrín, polvo de mármol grueso, pan de oro
y acrílico.
He insertado e
integrado mas de 300 piedras de brillantes y cristales de “swaroski”
de tal manera que la luz reflejada en la superficie de la obra
interactúa de tal manera que la viveza del conjunto se hace
impactante y enigmático. (en la imagen fotográfica este efecto no
se puede apreciar).
La obra es una
pintura que surge del azar, el caos, una metafórica destrucción, y
a partir de éste concepto poner un orden y armonía.