Actualmente la artista ha estado trabajando en una serie
llamada fragmentos y escombros, donde expresa su alegría de vivir, de estar
viva y el miedo que la atormenta.
Para el artista los fragmentos son reales, se almacenan en
el alma y son difíciles de olvidar.
Durante 16 años Daniella Broseghini ha estado viviendo con
miedo por una situación experimentada en su país, un estrés que casi le cuesta
la vida cuando sufrió un secuestro exprés por bandidos drogados.
Esto es el resultado de la consternación de las autoridades gubernamentales
y casi pagó con su propia vida por todo este problema social de su país.
Al igual que ella, muchos brasileños sufren algún tipo de
violencia.
La pintura rescata toda esta memoria, y durante su proceso
creativo, estos recuerdos salen a la luz y el trabajo funciona, en este caso,
como una terapia.
Esto implican muchas cosas, el presente momento, sus recuerdos de
infancia, momentos que quiere olvidar para siempre y otros que quiere
inmortalizar, hasta un sencillo objeto recuerda a alguien o algún lugar.
La violencia ocurrió afectando su psicológica, en la que se
convirtió en una víctima de miedo constante.
Mirando más ampliamente, el mundo entero tiene miedo, ya
sean los conflictos de guerra, violencia social, violencia machista, violencia
de género y ahora la pandemia que llama a nuestra puerta.
A lo largo de su vida Daniella cree que estamos teniendo
rupturas en el alma, en las que ella llama fragmentos. Son estas piezas las que
se guardan y muy bien escondidas esperando a que salgan algún día.
En el mundo de hoy, está lejos de que esta metralla
desaparezca de la vida de tanta gente inocente.
Tu trabajo es como escuchar el silencio que llevo dentro de
ti.